Aunque algunas personas no lo crean, el Imperialismo yanqui cada día muestra más decadencia, una mirada hacia la política y los hechos internos y la situación internacional así lo evidencian.
Although some people do not believe it, Yankee imperialism every day shows more decadence, a look at politics and the internal facts and the international situation as evidence.
Entre los problemas que aquejan a los Estados Unidos se encuentra la falta de un liderazgo convincente lo cual se apreció perfectamente en las elecciones presidenciales de noviembre pasado de la cual salió vencedor un personaje que lo único que ha hecho en su vida es llenarse los bolsillos, mientras la población que ahora utilizó sufría los rigores de la crisis económica.
Por otra parte nadie en tan poco tiempo en el poder ha recibido el rechazo del Congreso y de tribunales en distintas partes de la Unión que han desaprobado los decretos leyes que el mandatario en funciones ha tratado de poner en vigor.
Por otra parte Trump donde ha dicho digo, ha expresado fuego y como sus antecesores comenzó a desarrollar su propia guerra esta vez lanzando misiles contra el pueblo de Siria, a criterios de la opinión publica de proteger a los terrorista del Estado Islámico a quienes al parecer le tiene asignado el protagónicos para desmembrar a la República de Siria, mientras en un alarde fuerza ordenó depositar un regalito sobre Afganistán una bomba gigantesca muy parecida a la que Harry Truman hizo estallar Hiroshima y Nagasaki, solo que sin la mortífera carga nuclear que tanta vidas costó en tierra japonesa.
Además, de las correrías por el Medio Oriente ha dispuesto un incremento de más de 54 mil millones de dólares a su presupuesto militar y exige a sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) un aumento financiero de cada uno de ellos.
En América Latina y el Caribe llevan una ofensiva diplomática y política con el propósito de revertir los procesos sociales que está viviendo la región en algunos lugares han provocado golpes de estado por la vía de las armas como en el caso de Honduras, o los llamados golpes blandos con la complicidad de los parlamentos, como fue en el caso de Paraguay o Brasil o comprando conciencias como en Argentina.
Para enmascarar sus rejuegos políticos utiliza como marioneta a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el actual presidente de ese “Mi misterio de Colonias”, Luis Almagro, alguien del cual no se sabe si vendió su alma al bolsillo más llenos, o era un advenedizo escondido detrás de la bondad del ex presidente uruguayo José «Pepe* Mújica.
Si en el pasado Cuba resultó el blanco del ataque de las 11 administraciones que pasaron por las Casa Blanca, en la última década la República Bolivariana de Venezuela, primero, Bolivia, y
Ecuador después forman parte de esa batalla que por ahora es económica, políticas, y diplomática, pero, que en cualquier momento puede tomar un cariz distinto como sucede en Oriente Medio.
Estos son algunos de los escenarios en que se debate el mundo, pero como dijo José Martí, José Martí, “Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.
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