CAMAGUEYANOS CONTEMPORANEOS: MACEIRA HOMBRE DEL BALONCESTO


Plazoleta de Bedoya.

A Emilio Maceira lo conocimos allá por el año 1970, recién se había graduado de profesor de deportes en la entonces Escuela de Educación Física Comandante Manuel “Pity” Fajardo, situada en la capital cubana, y a pesar de su juventud quizás extrema para lidiar con alumnos de su propia edad, mostraba ya en aquella lejana época atributos que lo caracterizan, seriedad, voluntad y conocimiento de cuanto hace.

Esos rasgos de su personalidad le ganaron adeptos tanto entre el estudiantado de la Escuela de Iniciación deportiva Escolar, (EIDE) Cerro Pelado, como los de la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético, (ESPA), como también entre quienes dirigían el deporte.

Con los años nos reencontramos los dos en distintas funciones, él como funcionario del deporte en la provincia de Camagüey, y el que escribe en labores reporteriles, en más de una ocasión conversamos, sobre el baloncesto, y cada vez que alguna duda ha surgido hemos encontrado en Maceira, la persona solicita que nos ha aclarado cualquier detalle.

Al calor del Aniversario 500 de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe no hemos dado a la tarea de entrevistas a un grupo de sus hijos e hijas, que con mérito suficientes como para estar otros confines del país o el planeta, han echado como Martí, su suerte con los pobres de la tierra, y no han abandonado la ciudad que los vio nacer, crecer y convertirse en personalidades en el sector que escogieron, permítanme entonces a casi tres años de haber inaugurado este blog Entretinajones inaugurar esta galería de personalidades del Camagüey.

¿Hacia dónde se remontan tus orígenes?.

Mis orígenes son humildes, hijo de un padre dependiente de una peletería y mi madre una costurera y ama de casa.

¿Cuál fue la barriada de tu infancia?

Emilio Maceira.

– Mis primeros años de vida los pasé en la Plazoleta de Bedoya y luego me mudé a la Vigía, donde desarrollé casi toda mi etapa de estudiante de primaria, secundaria y pre universitaria.

¿Cuándo y como te iniciaste en los trajines del deporte en general y el baloncesto en lo particular?.

– A los diez años comencé a practicar baloncesto bajo las órdenes de José A. Flores, más conocido como el “Tío Flores”, en el Colegio Episcopal de San Pablo, también lo hice en el parque “Mario Aróstegui” y en mi Secundaria Básica “26 de Julio”, más tarde en el Instituto “Álvaro Morell”. Participé en los Primeros Juegos Escolares Nacionales, así como en los llamados Juegos de Primavera y en los III Juegos Escolares, en estos últimos fui seleccionado para ingresar a la ESPA Nacional como parte de la pre-selección nacional juvenil, pero por motivos de enfermedad de mi padre tuve que regresar a la provincia. Un año más tarde en 1966 me voy a La Habana a estudiar la carrera de profesor de educación física y deportes, donde me gradúo en diciembre de 1970. A lo largo de todos estos años participé en eventos nacionales de categorías novicios, segunda y primera categoría.

– Al graduarme regreso a la provincia, donde fui nombrado entrenador de la ESPA provincial y atendía a los atletas juveniles, de segunda y primera categoría.

– Simultanee desde muy joven a los 14 años la práctica con el arbitraje, gracias a los consejos y formación inicial que me diera el desaparecido Miguel “el Loco” Arrizabalaga, y de esa forma me fui introduciendo en ese mundo lo que me permitió con sólo 19 años debutar en un evento internacional celebrado en la Habana en 1969 llamado Esperanzas Olímpicas.

Jugador, entrenador, árbitro, directivo, del basket, ¿cómo fue el transcurrir en cada una de esas etapas?.

– Como ya expresé anteriormente desde muy joven me incorporé al baloncesto y aunque no fui un atleta de tan altos resultados deportivos, si participé en varios eventos nacionales y en algunos de ellos obtuve medallas y como ya comenté me destaqué en los III Juegos Escolares y eso me llevó a la pre-selección juvenil. Cuando comencé a trabajar en 1970 pensé que moriría la carrera del arbitraje, pero no fue así porque pude simultanearla con la de entrenador.

– Debuto en 1971 dirigiendo a Camagüey en el Campeonato Nacional de Segunda Categoría y logramos ganar el Campeonato en un dramático partido frente a Las Villas con marcador final de 92 a 91, luego de eso dirigí selecciones de la provincia en primera categoría donde obtuve dos terceros lugares y el campeonato de 1980, también tengo dos medallas de bronce en juveniles y fui campeón en 1974, tercero en el campeonato de los ejércitos, evento que ya no se realiza hace unos cuantos años, y dirigí el equipo de 15-16 masculino en 1973 obteniendo el segundo lugar nacional, en este caso no era el entrenador del equipo, pero por razones que se presentaron tuve que sustituirlo unos días antes del evento.

– Años más tarde volví a dirigir a la selección de Camagüey en los Torneos de Ascenso y Liga Superior, siendo en este caso el primer asistente del equipo y al mismo tiempo hacía funciones de Comisionado Provincial, en esta etapa que comenzó en 2005 hasta el 2009 obtuvimos dos terceros lugares, un quinto y dos cuartos lugares.

– En el exterior he dirigido a selecciones de cadetes, juveniles y mayores en Guatemala y Venezuela, obteniendo varias medallas de oro, plata y bronce en ambos países y en especial haber conquistado el segundo lugar de la Liga Nacional Venezolana con los Estudiantes de Guárico en el 2010 así como dos veces tercer lugar de la Liga Profesional Femenina en el 2010 y 2011 con las Lanceras de Guárico.

– Como ya te expresé anteriormente casi siempre pude alternar mi vida de árbitro con la de entrenador, pero hubo un momento que se lo dediqué todo al arbitraje, ya que por mi participación en diferentes internacionales estuve entre los 30 mejores árbitros del mundo a los cuales la FIBA manejaba para esos eventos.

– De por vida trabajé en 787 partidos internacionales, destacándose mi actuación en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, donde pité la discusión de la medalla de bronce entre los equipos de Lituania y la CEI (otrora Unión Soviética). Participé en seis Campeonatos Mundiales de distintas categorías, 1990 y 1994 mayores de hombres, 1986 mayores de mujeres donde trabajé una de las semifinales, 1983 mundial de clubes campeones, 1989 Mundial Juvenil femenino, aquí trabajé la medalla de bronce, 1991 Mundial Juvenil donde hice la semifinal.

–  Actué en cinco Centrobasket pitando la final de dos de ellos, igual cantidad de Juegos Centroamericanos y del Caribe con la responsabilidad pitar la final de 1998, dos Juegos Panamericanos en ambos eventos hice las semifinales. Trabajé además en la medalla de oro de los Juegos Centroamericanos de Honduras en 1991, donde tuve que arbitrar ambas finales masculina y femenina.

– Pité las semifinales del Premundial de 1993, y el Preolímpico de 1995. Trabajé la final del Campeonato Panamericano de Clubes Campeones de América de 1997 y trabajé por espacio de más de tres meses en las Ligas profesionales de República Dominicana y de Medellín, Colombia y en ambas tuve el honor de pitar sus finales.

– Asistí a otros eventos que se realizaban en Europa algunos como parte de la preparación de los equipos cubanos o en América en diferentes países como Argentina, Brasil, Chile, Puerto Rico Panamá etc…

– Como directivo he sido en tres ocasiones diferentes el Responsable Nacional de Arbitraje de mi país, fui Gerente Técnico de la Federación de Baloncesto de Guatemala, Comisionado Provincial de Baloncesto y soy Instructor Internacional FIBA América para el área de las Américas”.

Sin lugar a dudas cada faceta tiene su respectivo encanto, ¿cuál has disfrutado más?.

– Todas han tenido sus encantos y a decir todas las he disfrutado, porque me siento un hombre del Baloncesto, y para mí el Baloncesto es vida y lo demás, simples detalles.

Has vivido diferentes momentos del baloncesto cubano, ¿a tu juicio, cuál es la que más ha descollado?.

– Sin lugar a dudas la década de los 70 encabezada por esa medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Munich, 4to en el Mundo Basket de Puerto Rico, segundo en el Mundial Extraordinario de Perú, y varias medallas centroamericanas y panamericanas. Pero no por ello hay que olvidar los resultados del baloncesto femenino que en 1979 derrotó a USA por primera vez en los Juegos Panamericanos de San Juan y a partir de allí se colgó medallas mundialistas y lugares cimeros tanto mundiales como en el área.

A mediados de los años ´60 y comienzos de los ´70 del pasado siglo XX, en Camagüey se creó la llamada “Escuela de Gigantes”, de la que surgieron jugadores que brillaron luego en el contexto nacional como Daniel Scott, Generoso Márquez y muchos otros. ¿Qué valor tuvo aquella escuela en el desarrollo del baloncesto local?.

Impartiendo sus conocimientos.

– Creo que fue una etapa muy interesante, porque al margen de esos atletas que pudieron llegar a integrar selecciones nacionales, Camagüey tuvo una cantera de basquetbolistas que le permitieron a la provincia mantenerse en la élite del baloncesto cubano, sin contar que en la formación integral de ellos hubo una atención muy esmerada por parte de los que en aquel entonces allí laboraron y hoy con orgullo podemos verlos que son médicos, ingenieros, entrenadores, etc., de reconocido prestigio y profesionalidad.

Te preguntaba anteriormente sobre la “Escuela de Gigantes”, hay dos personalidades del basket agramontino indispensable en esa historia, Miguel Ángel Arrizabalaga, (El loco), y José “el Tío” Flores, ¿qué recuerdos tienes de ellos?.

– Como ya comenté anteriormente, el “Tío” fue mi primer entrenador y luego fue mi primer jefe y como persona lo recuerdo siempre como una persona muy humilde, sencilla, amigable, cariñosa y de muy buenos sentimientos, alguien que nos ayudó mucho en nuestros inicios y que siempre tuvo confianza en lo que le planteábamos como entrenador.

– Del “Loco”, que decir, para mi fue un padre, un maestro, un amigo y una persona de muy buenos sentimientos. Me llevó primero por la mano del arbitraje y luego por la de entrenador, incluso me tocó sustituirlo al frente de las selecciones de Camagüey y siempre estuvo al lado mío dándome aliento, consejos, y muchos materiales de los cuales bebí en ese afán de llegar a ser un buen entrenador. A ambos los recuerdo siempre con mucho cariño y son parte de mi vida.

El “loco” Arrizabalaga, junto al Mario “Risita” Quintero, fueron de los primeros cubanos árbitros internacionales de la FIBA, ¿qué importancia les das a esto y qué diferencia en el trabajo sobre la cancha notaste en uno y en otro?.

– Primero una aclaración. El “Loco” nunca llegó a ser árbitro FIBA, algo inexplicable, pero cierto. Son de esas cosas que tiene la vida que nadie se las puede explicar y que lamentablemente por perjuicios que existían y que aún a veces existen pasan. Pero si pito en algunos eventos internacionales no oficiales e hizo giras con las selecciones nacionales etc.

– Mario podemos decir que es el promotor de nuestros árbitros internacionales e indudablemente acumuló un prestigio para el país por su actuación en los diferentes eventos en que estuvo.

– Cada uno de ellos, con sus personalidades, totalmente diferentes, el “Loco” siempre con una respuesta mágica que dejaba a todo el mundo anonadado y aunque estuviera equivocado te la dejaba en eso, aunque después reconociera su error y por otra parte su carácter simpático, jovial, agradable se hacía querer de todos.

– Mario más introvertido, pero una gente muy profesional, hombre de regla y silbato y aplicar la justicia por donde era. Tuve el gran honor de participar con él en varios eventos y de pitar juntos su último juego, y me preguntó que como lo veía, y le dije como lo voy a ver maestro como siempre, usted será “Risita” siempre”.

Trasladémonos en el tiempo, eres instructor de árbitros, (por favor perdona me ignorancia, es de FIBA o COPABA), ¿cuál es la labor que realizas?.

– Si soy Instructor Nacional de FIBA Américas, la función básica de los Instructores en todo el Mundo es la formación de árbitros de los diferentes países, su capacitación, actualización de los reglamentos e interpretaciones que hace FIBA a las Reglas e impartir Clínicas y Campamentos de Árbitros para las Ligas, así como ir preparando a los aspirantes a árbitros internacionales. Esa es la esencia del trabajo, aunque en la vida práctica te conviertes en el padre de los árbitros.

En los últimos años, tras tu retirada del arbitraje activo, y junto contigo otro grupo de colegiados de gran prestigio, ¿consideras qué esas ausencias han sido llenadas por la llegada de la nueva hornada de referes?

– Mira nadie es igual a otra persona, ni todos los tiempos son iguales. Nosotros tuvimos una etapa donde llegamos a tener 16 árbitros internacionales, pero de esos 16, no todos tuvieron la oportunidad de trabajar en los mayores eventos del mundo, sin embargo la condición de internacional la poseían. Que quiero decirte con esto, que aún cuando tú poseas una categoría de internacional, eres evaluado no solo en las clínicas nacionales e internacionales, sino que cuando participas en cualquier evento hay personas que están allí fiscalizando tú trabajo y emiten criterios que luego son los que hacen posible que tengas un ascenso a eventos más importantes o no.

– Por otra parte, con anterioridad, los equipos cubanos viajaban mucho a Europa y al igual que los jugadores que iban a foguearse, nosotros también íbamos ganando en experiencia e íbamos chocando con la interpretación del Basket en el mundo. Hoy eso está muy limitado por razones económicas y a veces un equipo sale y no lo acompaña un árbitro.

– Y sin querer tapar nuestras deficiencias, porque se que las tenemos y tendremos que ver como las vamos a mejorar, nuestro público está en pañales en cuanto a la interpretación de este juego tan dinámico y que tiene tanto contacto físico, lo que antes automáticamente era considerado una falta personal, hoy puede ser considerado como un contacto sin trascendencia y se ignora, o sea que el juego sigue siendo el mismo, pero su lectura e interpretación es otra.

– No obstante hay árbitros como Rolando Ginarte, Judith Odelín y Yuliet Méndez que han estado en eventos importantes del mundo e incluso han trabajado en finales semifinales, y allí en ese nivel no se le regala nada a nadie, tienes que ganártelo con tu trabajo.

– Creo que estamos en una etapa de renovación y tenemos varios árbitros como muchas aptitudes y talento, ahora solo les falta que les llegue la oportunidad y por supuesto que ellos la sepan aprovechar.

Tú hijo Alexander, también se ha dedicado a esta responsabilidad.

– Si y creo que es un talento pero con mucho que aprender todavía y sobre todo ganar en conciencia de como mantener su estado físico pues si no fuera por esa razón, ya hoy tuviera su condición de internacional.

¿Cuánto hay de Emilio Maceira en él?

– Dicen que la señalización es muy parecida, es muy profesional, es un estudioso de las reglas y para mi concepto, mantiene el grado de comunicación justo que hay que tener con entrenadores y jugadores, nunca llegar al exceso.

Además del baloncesto, has dedicado buena parte de tú vida al deporte en general en los últimos 40 años desempeñando distintas funciones, lo que te conviertes en un testigo de excepción de los éxitos y reveses sufrido, ¿sí tuvieras la posibilidad de decidir, que sería lo que no quitarás de todo lo hecho, y qué cosa transformaría para que el desarrollo continuará su paso ascendente?

– Está es una pregunta algo complicada, muchas cosas que hemos hecho fueron muy buenas, pero en otros momentos y ahora el país está exigiendo cambios en todas las esferas, el deporte no es una excepción y creo que tenemos que atemperarnos con los tiempos. La influencia del profesionalismo, la televisión, la forma de competir en Ligas, la utilización de otros métodos de entrenamientos que están en función de estos nuevos tiempos, la comercialización así como otros factores, pienso que nos tiene que llevar a pensar de otra manera, sin cambiar principios, ni logros obtenidos por el sistema revolucionario, pero repito atemperados a mundo y al tiempo en que estamos.– La masividad en el deporte, por ejemplo, fue nuestro primer éxito y ese derecho que es de todo un pueblo no se puede mover, pero tenemos que asegurar que en el área esté el implemento indispensable, que el profesor o entrenador juegue su roll, que la clase de educación se le de su verdadero valor y no sea letra muerta en la escuela, hacer de la competencia de base una verdadera fiesta deportiva y educativa, y no en una mentalidad championista, donde lo que más vale es el lugar deportivo y no el desarrollo y formación de los atletas.

– El deporte es un medio rico para la formación de valores, aspecto de lo cual se habla tanto hoy en día, pero si no se tienen las condiciones mínimas para trabajar entonces esos valores se pueden ir perdiendo.

– En fin que lo que pienso es que tenemos que revisar nuestros actuales métodos y actualizarlos en función, primero, de seguir formando hombres y mujeres para la sociedad en que vivimos y segundo, participando con vías más próximas a la realidad del mundo.

A esta altura de la entrevista hay algunas cosas que te preguntará más allá del deporte, ¿qué hace feliz a Emilio Maceira?.

Enseñar, compartir mis experiencias, educar a las nuevas generaciones, trasmitir solidaridad, vivir en familia, poder al cabo de los años encontrarme con ex alumnos que reconocen tu labor en su formación, unas buena conversación con mis amigos y y si se trata de baloncesto mucho mejor.

Además de fumar un habano, ¿te gusta la música, la lectura, en esta última, cuál es tu género preferido?.

– De la música el bolero, el son cubano y la llamada salsa, la música instrumental y todo lo que sea buena música, repudio la chabacanería y el mal gusto que se ha puesto de boga por ciertas agrupaciones.

– En la lectura me gustan los policíacos, narraciones de hechos reales del proceso de liberación de varios países, y de vez en cuando un buen poema.

Tu presencia se siente en Facebook, regularmente compartes con tus amigos de esa red social, importantes reflexiones, llenas de sabiduría, como estas: «Aunque nadie pueda volver atrás para un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora para lograr un nuevo final». «Cree en la verdad, piensa la verdad y vive la verdad. Por mucho que parezca que triunfa la mentira, nunca puede triunfar sobre la verdad». ¿por qué?.

– Porque creo que es una forma de acercamiento a mis amigos y a todo aquel que le guste la meditación. Leo a Ghandi y a otros autores que les gusta este método. Pero también siento la necesidad de hacer llegar experiencias vividas a otras generaciones, tanto en el plano profesional, como personal.

– Facebook y otras redes son un buen medio para este tipo de contacto, el kid del problema es como usarlos para bien y no para levantar calumnias, reproducir mentiras, o expresarse de forma chabacana y totalmente en una forma inadecuada. Fíjate si es un medio importante, que hasta la ortografía la puedes evaluar allí y te das cuenta del nivel de instrucción que tiene la persona que esté escribiendo en esos medios.

Sin lugar a dudas, por tus conocimientos y relaciones en Cuba y el extranjero, pudieras vivir en cualquier parte de este planeta, sin embargo tras cada partida regresas a esta comarca de pastores y sombreros como la denominó Nicolás Guillén, a ¿qué se debe ese amor a la ciudad de Camagüey?.

– En pocas palabras me siento un camagüeyano reyoyo, y aunque ya ahora no lo hago tanto, pero me gusta caminar por mis calles adoquinadas, hacer la visita a un familiar o a un amigo, ver las bellezas de mi Casino Campestre, recordar mis días del Instituto, o simplemente tenderle la mano a un amigo o a un conocido que por respeto a mi persona me detiene para hablar de baloncesto.

– Me crié en esta ciudad, y aún cuando tuve que, por razones de la vida vivir 10 años en Cienfuegos, (la cual quiero mucho), sigo diciendo como el Benny, No hay tierra como la mía.

(Camagüey, 19/12/2013)

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