La Introducción del Ajedrez en está ciudad de Camagüey se vincula con la presencia de José Antonio Pichardo, un lugareño que radicaba en La Habana, y quien a mediados del siglo XIX difundió el noble juego en las altas esferas sociales de la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Entre las personalidades que practicaron el ajedrez tanto en este territorio se encuentra el celebre científico cubano Carlos J. Finlay, participante en torneos celebrados en La Habana y fundador del Club de Ajedrez de la Villa de San Cristóbal.
Acerca de Finlay es conocida la anécdota relacionada con el análisis efectuado por él a una de las partidas por el match del campeonato mundial entre el alemán William Steiniz y el ruso Mijail Chigorín.
Con el comienzo del siglo XX la práctica del ajedrez en la ciudad de Camagüey se popularizó en las mansiones y residencias de familias acomodadas económicamente, barberías y otros lugares de la urbe principeña.
En 1919 tuvo lugar el Primer Campeonato Provincial de Ajedrez el cual fue organizado por la entonces Benemérita Sociedad Popular de Santa Cecilia, con la colaboración del Ayuntamiento, y el Centro de la Colonia Española.
El Campeón de ese torneo resultó el joven de 17 años de edad Rosendo Romero Delgado, quien conservó ese título hasta después del triunfo de la Revolución, cuando ya sobrepasaba las seis décadas de vida.
Fue Rosendo Romero la figura más destacada durante toda ese etapa neocolonial, alcanzando repetidos triunfos en certámenes nacionales, e integró la selección cubana que intervino en el torneo de ajedrez de los Juegos Centroamericanos y del Caribe efectuados en Panamá en 1938, donde gano DOS medallas de oro, él de manera individual defendiendo el primer tablero de la selección de la Mayor de la Antillas y como integrante del colectivo.
Luego ganó el campeonato Nacional de ajedrez en 1950 al derrotar en un match al joven Eldis Cobo, reinado que mantuvo durante varios años.
Junto a Romero sobresalieron ajedrecísticamente en el ámbito de la capital camagüeyana, los fuertes trebejistas José Fernández Migoya, Ernesto Sánchez, los hermanos Alfonso y Goltrán Morán, los doctores Manuel Mendoza Rojas y Saturnino Marrero, Eusebio Morales, Gastón Junquera, Eugenio Rondón, Justo Legido y Emilio López Escobedo.
En otros territorios de la provincia agramontina también tuvieron destacada participación los ajedrecistas de Ciego de Ávila y Morón, entre los que aparecen Tomás Jiménez, padre de Eleazar Jiménez, Alberto Yón, y Pedro Lapera.
Si bien el ajedrez en Camagüey, como en muchas otras partes de la Isla, antes del Triunfo de la Revolución, no constituyó en un deporte de masas, si tuvo destellos de grandeza, que permitieron que esta disciplina fuera a partir del Primero de enero de 1959 en un deporte del pueblo y para el pueblo.